domingo, 29 de noviembre de 2009

EL MUNDO DEL MAÑANA MAÑANA

Sentado aquí enfrente del ordenador se me ha ocurrido algo sobre lo que escribir esta tarde de Domingo. Voy a hacer una pequeña reflexión.

No se si recordais una escena de la película Mad Max, más allá de la Cúpula del Trueno, en la que los niños salvajes están contando la historia que ellos sabían sobre sus orígenes y el por qué estaban en la situación que les acontecía. Ellos le contaban al protagonista de la peli, Mel Gibson, como estaban esperando a un capitán llamado John Smith para que les llevara al mundo del mañana mañana, un mundo donde habían ciudades, aviones, cines, coches y toda clase de "modernidades" que ellos ni siquiera llegaron a conocer, un mundo en el que serían felices y podrían vivir , no sobrevivir penosamente como ahora. Cual fue la desazón del protagonista de la peli al comprobar que ellos hablaban de un pasado remoto, que todo era una ilusión porque ya no exisitía ese mundo del mañana mañana porque la devastación humana lo había aniquilado.
Esta escena es muy evocadora, no por su apocalíptico mensaje, sino porque me hace mirar atrás hacia un mundo o mejor dicho hacia una España que yo conocí, la España del mañana mañana, la que me gustaría volver a ver pero que nunca más será; la España en la que la gente trabajadora podía vivir y en la que casi no faltaba el trabajo, en la que con un solo sueldo una familia podía vivir cómodamente, sin lujos innecesarios pero decentemente. Una España en la que los trabajadores teníamos derechos, en los que los sindicatos valían para algo, una España en la que las empresas pagaban los libros a los hijos de los trabajadores, en donde la gente que quería trabajar podía hacerlo sin problemas, quizá era una España más ingenua, más ignorante y menos "progresista", pero estaba ilusionada por su porvenir, la gente tenía ilusión por salir adelante y por labrarse un futuro. Era una España en la que había alegría por vivir, en la que la gente quería aprender a ser habitantes del futuro que parecía tan prometedor, era una España progre, que salía de una dictadura que no fue tan dura como quieren hacernos ver pero no por eso dejaba de ser una dictadura. En esta España los niños aprendían con la televisión, en vez de ver programas basura en donde tiran por el suelo todos los valores que en aquella España nos enseñaron, la vida era mucho más lenta de lo que es hoy en día, apresurados por todo, hasta los niños son esclavos de la prisas de sus padres porque nos han engañado con el sueño materialista, tenemos más juguetes pero disfrutamos poco de ellos y de la vida.
Por eso soy como los niños de Mad Max, sigo buscando un capitán John Smith que me devuelva a el mundo del mañana mañana y sobre todo la España del mañana mañana, la que nunca más volverá porque nosotros mismos la hemos aniquilado.






lunes, 9 de noviembre de 2009

Pensamiento

Era un día normal, de esos en los que parece que el mundo esté siempre en armonía y sereno, cosa muy alejada de la verdadera realidad cotidiana, porque todo lo que ocurre alrededor es siempre dinámico y en movimiento, casi como en un caos ordenado que va surgiendo desde primera hora de la mañana y va creciendo conforme avanzan las agujas del reloj en la absurda esfera que decimos que contiene el tiempo. Nunca he sabido exactamente lo que significa el tiempo, ya que a veces es elástico, otras veces pesado y siempre pasa deprisa, como en un torbellino que nunca para y que inexorablemente todo lo consume con su paso fuerte y decidido, que nadie es capaz de parar, ni siquiera el mismísimo creador es capaz de parar el reloj perpetuo de su Creación. Aunque es posible que su creación no tenga reloj, porque siempre ha estado ahí, y siempre estará, aunque no sean nuestros ojos los que contemplemos la eternidad, ya que somos seres finitos, siempre existirá algo que inexorablemente sea víctima de lo que nosotros en nuestra terrible ignorancia llamamos tiempo y Dios lo llama “pensamiento”. El pensamiento es la fuerza creadora del Universo, ya que Dios creo el mismo pensando lo que iba a hacer, y ¿que pensó?, pues pensó un Universo lleno de Energía, de energía bruta, sutil y divina, esa energía es todo lo que nos rodea y es todo lo que está dentro de nosotros, con la diferencia que la vida tiene el soplo de la divinidad, toda forma de vida es una parte del pensamiento de la energía divina de Dios. Y ¿qué es Dios?, no lo se, creo que Dios es todo, desde el átomo hasta la montaña, desde el paramecio hasta la ballena azul, desde la estrella hasta el universo entero, Dios es energía y la energía es todo, ya que ni se crea ni se destruye, solo se transforma, es como el viejo juego del Tente, piezas que se colocan para construir cosas, pues Dios creo al tente divino en forma de varios tipos de energía, y el con su infinita inteligencia construyó el Universo uniendo esas piezas a su antojo, creando la vida y las estrellas, la luz y el increíble y bello panorama que vemos cuando echamos un vistazo al cielo y contemplamos las maravillas de la creación. Era un día normal, de repente, dejé de pensar y me puse a trabajar.






Juan Manuel Mas Candela