sábado, 14 de mayo de 2011

EDUCAR O AMAESTRAR


Paseando un día por delante de mi colegio, bueno, mejor dicho el colegio donde cursé mis estudios primarios, puesto que ha cambiado tanto, que no lo reconozco como parte de mi vida, me dí cuenta de lo que ha cambiado esta sociedad en los últimos 25 años, sobre todo desde que dejé de ir a la escuela primaria, allá por 1990.
Todos los que hemos tenido la fortuna de tener una buena infancia solemos recordar con nostalgia aquellos días en los que íbamos al colegio a aprender sobre la vida, aprender sobre las cosas y sobre el mundo que nos rodeaba. Quizás los que nacimos en la década de los 70 del siglo pasado, hayamos tenido una de las mejores etapas educativas que nunca haya habido en este país. España salía de una dictadura que se prolongó por 40 años, en los que hubo etapas más oscuras que otras pero en las que nuestros padres recibieron unos valores, unos buenos otros no tan buenos, en los que basaron y rigieron su vida hasta hoy en día. El sistema educativo franquista fue una pesadilla para todos, la letra con sangre entra, fue su lema, pero quizás, y sin ánimo de defender la mano dura y la falta de escrúpulos de los profesores de antaño para imponer su disciplina, ellos supieron inculcar valores válidos que hoy en día se han perdido o están a punto de desaparecer, como yo digo, ni tan duro como antes ni tan permisivo como ahora, en el punto medio está lo ideal.
En los principios de la democracia en España, haya por 1976 hasta los años 90, la escuela pública española fue una de las más "underground" de Europa, el nivel educativo y de aprobados era muy alto, la gente trabajadora conseguía estudiar en la universidad y además con buena nota, pero algo ha cambiado en el sistema que ha vuelto la tortilla educativa en contra del pueblo llano, proporcionando un sistema de "deseducación" aborregada para controlar mejor a nuestra juventud.
Hoy en día los maestros han perdido la autoridad, el sistema educativo es caótico y enfocado a enseñar simplemente lo básico para crear una sociedad aborregada, consumista y que no aprecie los verdaderos valores de la vida, en los que base su existencia en consumir, trabajar miserablemente y callar.
Bueno, quizás sea una visión muy pesimista, pero realmente no voy muy desencaminado viendo la situación actual en la que estamos inmersos, esta crisis no es solo económica, es también moral y afecta a todos los valores preestablecidos por nuestra sociedad, de nosotros depende cambiar a mejor o dejar que todo se vaya al garete.




Bueno, hablando de "mi colegio", cuando pasé por delante de su puerta, en la que antes solo había una reja muy fácil de saltar, sin candado, con solo un cerrojo y un patio delantero en el que se reunían las madres a charlar antes de que saliéramos, ahora en su lugar han levantado un muro de unos 4 metros y una puerta metálica impenetrable de la misma altura, si quieres entrar debes tocar el timbre y más que un colegio parece un bunker, hasta da miedo.
Esta imagen es una metáfora de lo que es hoy en día la sociedad, antes abierta, ilusionada por el futuro, hoy encerrada en valores superfluos y totalmente apática ante el mismo. Los tiempos han cambiado y aunque antes no era todo bueno en la educación, por lo menos la gente salía de la escuela sabiendo leer, comprendiendo lo que leían y sabiendo lo básico para vivir decentemente, hoy en día los chavales tienen 16 años y están en el instituto y muchos de ellos no saben escribir frases de más de 10 palabras con sentido, tienen todas las faltas de ortografía y no son capaces de entender un texto complejo, es penoso.



1 comentario:

Anónimo dijo...

Ya nada es igual,ya nada es lo mismo.Los educadores de hoy son muy permisivos,tienes razon,muchos jovenes de hoy apenas saben el abecedario,es penoso y lamentable.